El uso del
lenguaje ha sido, desde hace muchos años, fundamental para la convivencia
armoniosa, lo mismo se puede decir de varias maneras dependiendo de la
intención que se tenga y también del grado de apropiación cultural con que se
cuente. Hace algunos años, un miembro de
la Academia Mexicana de la Lengua afirmó que entre los jóvenes, había un bagaje
de alrededor de una centena de palabras en su léxico cotidiano. El limitado número de vocablos se utiliza de
acuerdo a la situación concreta en la que se encuentran y el sentido se
adquiere por el evento que se suscita en el momento exacto en que son emitidas,
sobre todo con el uso del caló o de las groserías.
Las palabras
también reflejan un pensamiento, una ideología, una técnica y una
política. Es asombroso cómo subyace en
ellas lo oculto de un régimen, cuando la intención es política. Durante el sexenio de Vicente Fox Quezada, el
país se mantuvo estático, no hubo más que fantasías y sueños de grandeza del
entonces presidente y su esposa, cinismo y soberbia. Entre las reformas que se dieron en ese
lapso, fue el cambio de nombre del Instituto Nacional de la Senectud por
Instituto Nacional de Adultos en Plenitud (recuerdo que mi padre decía que era
“en plenitud de achaques”) y los sujetos con deficiencias o discapacidad nos
transformamos en “personas con capacidades diferentes”.
Esos lenguajes
eran como un espejo de lo que quería ver el sr. Fox. Desde luego, el uso de esos términos no tuvo
eco, pero hoy nos leyeron un oficio:
ESTÁ PROHIBIDO HABLAR DE LOS NIÑOS CON DISCAPACIDAD COMO
NIÑOS CON CAPACIDADES DIFERENTES.
Yo estoy de
acuerdo con ello. Lo que me preocupa es
que aún se estila el cambio de términos para el mismo fenómeno. Me pregunto, cuál es la intención de Felipe
Calderón? Ya vimos el “Coloso” que es la imagen de un personaje - Benjamín
Argumedo- que traicionó al movimiento revolucionario y se adhirió a Victoriano
Huerta, autor intelectual de los asesinatos de Francisco I. Madero y de José
María Pino Suárez. Un traidor, pues, dominando el
escenario donde se festejó el bicentenario de la Independencia y el
centenario de la Revolución.