Mucho se ha dicho acerca de la
adolescencia, la necesidad de la
búsqueda de identidad y otras cosas. Lo
cierto es que en la cultura global consumista y enajenante, se presentan
modelos a seguí y quienes los adoptan
son los más “frágiles” o maleables, es
decir, aquéllos que están en formación.
Tomado de http://palestradigital.files.wordpress.com
Lo que a los adolescentes los une es el gusto por cierto tipo de
música, por lo general, diferente a la que escuchan en el ámbito familiar. Digo por lo general porque no me consta que a
los que son aficionados al reguerón, no lo escuchen y bailen en sus casas. Pero de la fama de este tipo de música, a
diferencia de la preferida de los otros grupos “culturales”, se le ha dado gran
impulso en los medios de comunicación, en específico, en la televisión y la
radio.
Afirmo que si los otros géneros musicales no tienen el
mismo impacto porque carecen del apoyo siniestro de los medios y eso que en sus
bailes no hacen lo que afirman los “reguetoneros”.
Considero que este fenómeno no es espontáneo, es decir, todo
está calculado para mantener a los jóvenes que perrean como perros en
celo, pensando nada más en la
satisfacción más primitiva.
Hoy por la mañana, en el curso al que
asisto, una profesora mencionó la
“necesidad” de las personas de parecerse a tal o cual personaje –del ámbito artístico actual--, de
poseer algún satisfactor como un celular de última moda, unos zapatos de marca, etc. Todas esas necesidades son creadas desde
afuera, es decir, el sujeto en sí mismo no tiene la necesidad puesto que si no usa un celular de moda, no se pone unos zapatos
de marca, de todas maneras sigue viviendo.
Sin embargo, las necesidades
creadas por las empresas
productoras y su aparato publicitario,
crean la necesidad en el individuo.
Seguramente a eso se debe que Alonso
Lujambio haya dado un reconocimiento de la labor “educativa” del productor de
telenovelas Juan Osorio. Por eso es que
en la televisión y radio nos ahogan con
el reguetón.
Consejo para los jóvenes: NO SE DEJEN ENVOLVER EN EL MANTO PERVERSO DE LOS EDIOS, NO CAIGAN EN LAS
NECESIDADES FALSAS, NO HAGAN COSAS DE
LAS QUE SE PODRÁN ARREPENTIR DESPUÉS, CUANDO YA NO PUEDAN DEJAR LAS PRÁCTICAS QUE SOLAMENTE LOS DAÑAN A USTEDES.