miércoles, 31 de agosto de 2011

FIN DE MES.




   Estos días han sido bastante ajetreados, una regresa a laborar y de nuevo comienzan las prisas y la carga de trabajo es abrumadora.  Desgraciadamente existen muchos, muchísimos casos en los que debemos intervenir para orientar y apoyar a profesores, padres y niños que son violentados no sólo físicamente.
   Recientemente fui presentada en otro Plantel, la escuela es amplia, grande como enormes son los conflictos que existen en la población a la que brinda educación.  Yo tengo la convicción de que los niños únicamente  con educación sólida pueden salir adelante y progresar; pero nos enfrentamos a una realidad cruel: un ambiente adverso, unos padres inmediatos, impulsivos, carentes de valores o, mejor dicho, con valores que no se asemejan en lo más mínimo a los que se debieran practicar en una sociedad depurada.
   Me  angustia constatar que así, nuestro país, México, tiene pocas esperanzas de ser una Nación sana.  Cómo explicarlo?  La población en general, es decir, la mayor parte de los habitantes, carecen de escolaridad básica concluida.  Esto significa que no solamente faltan conocimientos culturales, sino que hay carencia del control de la impulsividad que solamente provee la escuela.
   Para qué sirve la escuela?  Es una pregunta absurda pero se escucha con frecuencia cuando se compara el ingreso y poder adquisitivo de aquéllos que estudiaron con los que no lo hicieron pero poseen grandes cantidades de dinero por comercializar con diferentes productos, desde  quesos hasta bienes inmuebles.  Para vender, no se necesita estudiar.
   Yo llego a la triste conclusión de que en este mundo, tan lleno de contradicciones, la contradicción mayor es que la educación no sea apreciada como  raíz  del progreso de México.
   

viernes, 19 de agosto de 2011

MARCO PARA LA CONVIVENCIA ESCOLAR

MARCO PARA LA CONVIVENCIA ESCOLAR
EN LAS ESCUELAS DE EDUCACIÓN
SECUNDARIA DEL DISTRITO FEDERAL



martes, 16 de agosto de 2011

Lujambio cierra escuelas de calidad

La SEP y la inclusión 


 



Para los que no saben quien es Lujambio, aquí su biografía.

Tomada de http://circulodeestudios-centrohistorico.blogspot.com

EL DOLOR DE MARIANELA


Siempre se había sentido orgullosa de su nombre, era el título de una novela de la época de oro de la literatura española.  Cuando joven, Marianela soñaba con un destino diferente al de la protagonista de la obra, pues ella tenía una realidad  opuesta: vivía en un barrio de categoría en una provincia, estudiaba el bachillerato y su círculo de amigos era selecto.  
   Marianela, a fuerza de admirar la literatura hispana, había adquirido habilidades para redactar  todo lo que imaginaba, tenía una “pluma” excelente para describir  escenas, sucesos, sentimientos y acciones a tal punto, que entre sus amigos era conocida como “Pluma de oro”.
   Al cumplir los 19 años, interrumpió su vocación para dar pie a una nueva y recién aparecida labor: ama de casa.   Marianela estaba embarazada y, como miembro de una familia conservadora, decidió abandonar  las letras y sumergirse en la aventura del matrimonio.
   Pablo, que así se llamaba su esposo, era un poco mayor que ella, se dedicaba a los negocios y tenía un futuro promisorio.  Ambos hacían bonita pareja, según les decían sus allegados.
    Al llegar el primogénito de la venturosa pareja,   el médico dijo:

--Señora, felicidades, tuvo usted un bebé hermoso.

   Unos meses después,  Marianela notó que su bebé, que había conseguido ya tomar los objetos y colocarlos en otro lugar,  ya no podía localizar las cosas, que se orientaba  solamente por el sonido emitido personas o producido por el choque o manipulación de  cosas.  Lo llevó al pediatra y éste le comunicó que seguramente el niño estaba desanimado, que debería procurar darle más experiencias.

   Marianela quedó embarazada nuevamente.  Pablito, su primogénito, tenía ya un año de edad y tenía una talla muy pequeña;  como el niño rechazaba muchos de los alimentos que ella le daba, estaba segura que a eso se debía el retraso en su crecimiento, además, Pablito presentaba torpeza motriz, pero ella desconocía qué era lo que el menor debía hacer de acuerdo a su edad.



   Cuando nació su segundo bebé, al que llamaron Benito, tuvo una experiencia similar: las felicitaciones de todos los familiares y conocidos,  el lío con la organización de los tiempos de alimentación,  el cambio de pañales, la visita mensual al pediatra y, además, su  labor como esposa.
--Lo bueno es que tengo el servicio de la niñera y de la que hace la limpieza de la casa.  Si no, ya hubiera enloquecido—dijo en una ocasión a su madre.

   Pablito había cumplido  ya dos años y Benito tenía cinco meses,  ella decidió cambiar de pediatra porque veía que sus hijitos, en lugar de evolucionar y desarrollarse, presentaban  síntomas y conductas inusuales, por ejemplo: Pablito continuaba rechazando la comida, aunque ésta fuera variada y suculenta, además de que ya no caminaba; y Benito, que ya había logrado reconocer los alimentos y a las personas cercanas a él, se mostraba  indiferente ante  cualquiera de ellos. 
      El médico, de edad madura y por ello, seguramente con gran experiencia, había recomendado la aplicación de análisis para observar  el funcionamiento metabólico de los infantes y el día de hoy, a las 9:00 de la mañana, tenían  la cita para recibir las indicaciones relativas a la crianza y, en caso de ser necesario, medicamentos que habría que administrar.

   Marianela  llevó a los pequeños en una carriola doble, muy arregladitos, Pablo llevaba un trajecito azul y un babero  del mismo color, pero con una tonalidad más tenue;  Benito iba vestido con un comando color beige y un babero amarillo.  Cuando estuvieron dentro de la carriola, Marianela los miró y dijo:
--Ya vámonos, mis angelitos.

   A las 10:00 salió de la Clínica, iba con la cabellera revuelta como si un fuerte ventarrón la hubiese despeinado, tenía la mirada perdida y una expresión de dolor profundo.

   De nuevo en su casa, Marianela desató el cinturón que resguardaba a sus vástagos, los sacó  y colocó en la alfombra de la sala.  Dijo a su empleada:
--Victoria, por favor, pon a llenar la tina.
--Sí, señora.

   Mientras tanto, tomó a sus dos  bebés entre sus brazos y subió las escaleras hasta llegar a la enorme cama de su recámara.  Ahí estuvo con ellos, jugando, abrazándolos, haciéndoles cosquillas y besándolos.
   Se abrió una puerta y Victoria dijo:
--Ya está listo, señora.  ¿Necesita algo más?
--No, gracias.

   La muchacha salió de la habitación;  Marianela vio a Pablito, quitó su babero y su trajecito azul, a Benito lo liberó del babero y del comando beige, ambos tenían pañal.  Con cuidado, despegó las cintas que  sujetaban aquella superficie mojada y, por último, ella se desnudó.  Tomó a los niños entre sus brazos, así que solamente quedaron sobre la cama la ropa y un sobre con el resultado de los análisis. 
   Marianela atravesó el marco que separa la recámara del baño,  se introdujo en la tina y se hundió con sus hijitos en brazos.

   Pasaron las horas, no había ruidos en la casa.  A eso de las 6:00p.m. Llegó Pablo, estaba agitado por la intrigra: “Qué le habrá dicho el doctor?  Ojalá que mis niños estén bien”.
   Entró en la sala y dejó unos juguetes y un collar que había comprado para celebrar la noticia, cualquiera que fuera.
--Marianela, ya llegué—dijo con voz fuerte.
   Victoria salió de la cocina y dijo:
--Buenas tardes, señor.  La señora está en la recámara.
--Gracias.
   Se apresuró a subir y al entrar en la habitación, vio un montón de ropa sobre la cama y un sobre, que abrió y leyó con detenimiento.   Lo aventó y lloró,  lloró porque sus hijos tenían galactosemia y estaban condenados a vivir  con las posibles discapacidades que acarrea esa alteración.  De repente, comprendió la razón del silencio y miró de nuevo a su alrededor: la ropita de sus hijos y la de su esposa, pero no los escuchó.  Entonces, se levantó estrepitosamente, abrió la puerta del baño y presenció una escena de horror.

La inclusión es un ideal para la sociedad en general, no siempre es un ideal para las escuelas

Helen Mary Warnock ha publicado un informe en el que sostiene que “si bien la inclusión es un ideal para la sociedad en general, no siempre es un ideal para las escuelas”. En el caso de los niños con necesidades especiales la integración escolar no ha funcionado y hay que reconocerlo. Niños vulnerables con graves problemas pueden quedar aislados en las grandes escuelas normales. En cambio, en las escuelas especiales más pequeñas encuentran un ambiente más tranquilo y atento a sus necesidades personales. (Daily Telegraph, 9-06-2005).


Helen Mary Warnock

Por otro en l Distrito de Flint de Michigan Estados Unidos, se esta reconsiderando enviar a escuelas especiales a los alumnos con NEE, a consecuencia del hacinamiento, casos de incompatibilidad académica y enfrentamientos sociales, el distrito escolar de Flint está replegándose de una política de inserción obligatoria de muchos alumnos de educación especial a salones regulares. Algunos de los alumnos ya han sido trasladados nuevamente a salones especiales. (Melissa Burden, The Flint Journal, 11 de octubre 2006)

Graham Barton, portavoz de la Liga de escuelas especiales, en Gran Bretaña, se ha congratulado con el cambio de opinión de Warnock y señala que la inclusión se ha utilizado por los políticos como la panacea políticamente correcta, pero miles de padres saben que se les ha vendido una falsa ilusión, y que sus hijos, los que más ayuda necesitan, han sufrido en las escuelas normales.

Un articulo publicado en la Jornada por Karina Aviles (La jornada, 2006) nos da elementos para entender este fracaso. Para Aviles  la educación especial en México, cuyo propósito central es la integración social y educativa de los niños con discapacidad, ha generado justo el efecto contrario: los pequeños se encuentran hoy día en una situación de "exclusión disfrazada", arrojados a su suerte en cuanto a su aprendizaje y desarrollo, sin maestros suficientemente capacitados ni recursos materiales para facilitar ese proceso, y cada vez más vulnerables ante un sistema educativo "irresponsable que los mantiene en el abandono".

Fuente:

 (2006) La determinación de las necesidades educativas especiales. Entre el discurso y la práctica., FES-Zaragoza. UNAM, México. (Inédito)  

Las políticas de "no tocar" a los alumnos fueron "la principal razón" de los "problemas de disciplina" en las escuelas. "

El secretario de educación de Inglaterra, el conservador Michael Gove, afirmó que las políticas de "no tocar" a los alumnos fueron "la principal razón" de los "problemas de disciplina" en las escuelas. "Más de 1.000 alumnos al día son excluidos de las aulas por mal comportamiento o abusos físicos. Una razón clave de esto es que los maestros tienen miedo de resolver la violencia y la falta de conducta en el aula. Un estudio indicó que más de la mitad de las escuelas británicas cuenta ahora con políticas de 'no tocar' al alumno, que impide que los maestros intervengan físicamente", continuó.

Tomada de http://www.guardian.co.uk/ 

El anuncio de Balls se conoció luego de que el gobierno anunciara que planea dar a los maestros el poder para utilizar las denominadas "órdenes familiares", que pueden forzar a los padres a resolver los "problemas de conducta" de sus hijos o enfrentar multas de hasta 1.500 dólares.

domingo, 14 de agosto de 2011

DAR.






Todo hombre que te busca 
va a pedirte algo.

El rico aburrido, la amenidad de tu conversación.
El pobre, tu dinero
El triste, un consuelo
El débil, un impulso
El que lucha, una ayuda moral.

Todo hombre que te busca,
De seguro va a pedirte algo.
Y tú, ¡osas impacientarte!
Y tú, ¡osas pensar, qué fastidio!

¡Infeliz!
La ley escondida que reparte misteriosamente
las excelencias,
Se ha dignado en otorgarte,
El privilegio de los privilegios,
El bien de los bienes,
La prerrogativa de la prerrogativas.

¡Dar!
¡Tú puedes dar!

En cuantas horas tiene el día tú das.
Aunque sea una sonrisa,
Aunque sea un apretón de manos,
Aunque sea una palabra de aliento.

En cuantas horas tiene el día
Te pareces más a Él, que no es sino,
Dación perpetua, difusión perpetua y
Regalo perpetuo.

Deberías caer de rodillas ante el padre y decirle:
“Gracias porque puedo dar, padre mío”;
ya nunca pasará por mi semblante 
la sombra de la impaciencia
...En verdad os digo, vale más dar que recibir
                                                   Amado Nervo



 



viernes, 12 de agosto de 2011

OTRO "DAÑO COLATERAL"

Descanse en paz Ignacio Flores Ocaranza y  demás víctimas anónimas fallecidas en manos de la violencia.

                                           

jueves, 11 de agosto de 2011

UNA MUESRA MÁS DE LA IMPUNIDAD EN MÉXICO


   Gabriel es un hombre trabajador, es profesionista y además, le gusta hacer ejercicio.  Sale por las tardes a correr y a sus 50 años, es capaz de recorrer varios kilómetros sin detenerse.  En  la práctica de su profesión es altamente eficiente, ha logrado avances que podrían calificarse como  “milagrosos” con la mayor parte de los pacientes que atiende.  Él es psicólogo y como tal,  conoce y predice eventos en cada uno de los sujetos con los que trabaja, así puede planear acciones tendientes a mejorar los estados de desequilibrio emocional, conductual y cognitivo.
   Desde hace años vive, al igual que la población mexicana, en constante riesgo.   Sabe que el simple hecho de respirar implica un peligro pues en un ambiente sucio, hay millones de partículas dañinas que entran por su nariz.  Sin embargo, él es fuerte y pocas veces enferma.  Su presencia es  imponente, alto, fuerte, con rostro severo pero noble a la vez,  es capaz de realizar diferentes tareas a favor de los demás y de sí mismo, sin menoscabo a lo que los demás suponen que no debería hacer, por ejemplo,  reparar ventanas, hacer puertas, componer desperfectos eléctricos, etc.
   El día de ayer, Gabriel salió temprano de su domicilio pues debía acudir a la escuela en la que estudió un posgrado y encontró ahí a antiguos profesores con quienes comentó acerca de su trabajo actual; se sintió muy satisfecho al percatarse del asombro de los maestros ante su capacidad de aplicación de teorías y técnicas para resolver  los problemas de sus pacientes.  El tiempo se fue como un suspiro y cuando Gabriel miró su reloj, se  percató que solamente faltaban dos horas para iniciar sus sesiones, así que se despidió.
   Gabriel llegó a su domicilio con el tiempo justo para  terminar el acondicionamiento del lugar: su casa-consultorio había sido construida ex profeso,  al abrir la puerta hay una sala y después hay habitaciones que parecieran ser  oficinas, una detrás de otra.  La habitación destinada al trabajo con los pacientes es la primera después de la sala, las dos siguientes son para dormir,  las otras dos son  cocina y baño.  Debemos aclarar que a Gabriel le desagrada  el olor de alimentos en su casa, así que solamente hay una estufa, un horno y un refrigerador  para usarse de vez en cuando, pues él prefiere comprar su comida.
   Dieron las 2:00 y sonó el timbre, Gabriel abrió  la reja y entró el primer paciente.  Después, tuvo  tres horas  sin actividad laboral, pero a las 6; 00 reinició la atención.  Era una paciente femenina, la mujer presentaba síntomas de paranoia, así que él buscaba a través  de las sesiones y tareas encomendadas a la mujer,  extinguirlos.
   A eso de las 6:35  un ruido, un golpe  contundente en la puerta de la casa, unos  sujetos drogados y con expresión  monstruosa irrumpieron en el domicilio.  Fue el tercer  robo en las casas de esa calle.
   La paciente perdió el control, lloró, lloró, jaló su cabello.  Gabriel controló el episodio de miedo de su paciente y dejó que los delincuentes se llevasen todo. 
   Gabriel, que es fuerte física y emocionalmente, mantuvo la calma, pero el sentimiento de impotencia y coraje provocado por la falta de seguridad estuvo presente en él. 
   Esto es real, ocurrió en un municipio del Edo.Mex. 
   Por mi parte, quiero expresar que estamos hartos de vivir en un clima de inseguridad, que  la justicia y el gobierno en México son una vasca y que siento una gran pena por lo que se ha transformado  mi país en los últimos 17 años.


                 

COMPARACIONES ZOOLOGISTAS.



    Hoy recibí el correo de una amiga en el que me recomienda leer un artículo acerca del acoso del que son víctimas los maestros por parte de los alumnos.  Debo aceptar que no soy lo suficientemente hábil para encontrar los textos recomendados, así que entré a la página de la revista Díasiete;   la fecha de la publicación es del 8 de agosto de 2011.
   Leí un artículo de opinión titulado “Perros y gatos”, que me pareció simpático e interesante, pero no concuerdo con el articulista debido a que tengo en gran estima a esas dos especies.   Reflexioné acerca del contenido y me asaltó una duda enorme:   ¿Por qué las personas utilizan   especies animales para referirse peyorativamente  o calificar a otros? 
   Por ejemplo,  cuando hay alguien que es corrupto o “transa”, se dice que es rata.
A los sucios y desordenados, se les dice cochinos, marranos o cerdos.
A los que son torpes, se les denomina burros.
A las mujeres coquetas en extremo se les dice zorras.
A los que son malos, se les dice perros.
A los que son intrigosos y conflictivos, se les llama víboras o áspides.
A los que son ambiciosos, buitres o aves de rapiña.
A los valientes,  se dice que son como leones. 
   A las personas obesas se les dice que parecen ballenas;  a las delgadas, graciosas  y dinámicas, gacelas.  De aquéllos que duermen mucho, se dice que duermen como un lirón.

   La gran diferencia entre esos animales y las personas  consiste en que ellos efectúan las acciones que calificamos como admirables o deleznables por instinto, por necesidad de supervivencia y no por decisión propia, es decir,  el ser humano posee la capacidad de razonar, anticipar, prever y planear sus actos que no son por supervivencia, sino por lograr poder,  supremacía, dominio o convicción.


miércoles, 10 de agosto de 2011

PERROS Y GATOS... Y LOS POLÍTICOS QUÉ SON?


Perros y gatos

Jorge Zepeda Patterson
Periodista, columnista del periódico El Universal y analista político. Formado periodísticamente en El País de Madrid, España. Fundó y dirigió el periódico Siglo 21, de Guadalajara en 1991. A partir de junio del 2000 funda y dirige EL DESPERTADOR, una empresa que publica, entre otras, a la revista DIA SIETE una publicación dominical que circula en varios diarios del país, con 300 000 ejemplares semanales verificados, y la revista ENERGIA HOY, especializada en negocios.

 


Pese a lo que pudiera sugerir el titulo, no voy a referirme a las relaciones entre las tribus perredistas, ni analizar el ambiente que prima entre los diputados. Por esta vez me considero eximido de la necesidad de hablar de política y políticos. Vamos, si ellos mismos han renunciando a fingir que trabajan durante estas vacaciones, encuentro un tanto ocioso ejercer de analista cuando la comisión permanente del Congreso no puede sesionar por falta de quórum. O sea, que ni siquiera está cumpliendo con su deber la “guardia” encargada de cuidar el changarro mientras medio millar de legisladores recorre el mundo buscando solaz y esparcimiento luego de sus extenuantes labores. A juzgar por la nota roja que no parece tomarse vacaciones, parecería que los únicos que por desgracia no descansan en este país son los narcos y los facinerosos.
Tampoco los perros. El llamado mejor amigo del hombre, despliega todos los días sin importar estaciones del año ni fines de semana, su acostumbrada andanada de señales, gestos y muestras de afecto para conseguir de su mecenas alimentos, salidas a la calle y caricias. Para muchas personas el amor incondicional de su perro es la única fuente de autoestima para seguir porfiando en la vida. Y si no lo cree, dese una vuelta algún fin de semana por el Parque México, en La Condesa capitalina, que se ha convertido en santuario de un renovado culto al amor canino.
Alguna vez oí que si algún ser de otro planeta aterrizara en un parque de éstos en su primera visita concluiría que el perro es el ser supremo de nuestra sociedad, luego de constatar la manera en que los animales de dos patas recogen las heces que van tirando los animales de cuatro patas, que son escoltados durante su paseo.

Nada de lo anterior es de alguna novedad para usted si ha convivido entre perros. Hasta hace muy poco no era mi caso. Alguna mordida canina en la primera infancia me condenó durante años a transpirar en presencia de perros grandes e incluso a cruzar la calle para evitar un encuentro inquietante. Pero hace dos años, me comprometí a regalar un par de cachorros. Las circunstancias me obligaron a quedarme con los dichosas mascotas varios días. Luna y Kali, las dos cachorras, me mostraron que una vida de perros no es una mala vida.
El perro es un animal que ha convertido la domesticación por el ser humano en un arte. De ser un animal de presa se transformó en un animal que complace al que proporciona la presa. De allí que sea la única mascota que basa su existencia en leer los gestos (y literalmente ver a los ojos) de su amo. De tales gestos deriva su sobrevivencia. Los perros son cortesanos por excelencia, un producto muy logrado de la adaptación de las especies.
En cambio nunca he comprendido la pasión que inspiran los gatos, con todo respeto para Carlos Monsiváis, que los amaba. Para empezar, me resulta incomprensible que se diga que fulano es “gato” de sutano porque le sirve incondicionalmente: los gatos son los animales menos serviciales que pueda haber. Pareciera que su única función es ejercer como objetos decorativos con capacidad de movimiento.
En buena medida los amantes de los perros y los amantes de los gatos (cat-people y dog-people, dicen los anglosajones) son familias irreconciliables. Como los filo Blackberrys y los filo Iphones. Quieres a uno o a otro, pero no a ambos. Te puedes pasar dos horas tratando de convencer a un miembro de la otra especie sobre las bondades de un iphone, pero encontraras oídos sordos si se trata de un verdadero militante de Blackberry.
Supongo que los amantes de los gatos son personas que prefieren vínculos emotivos limitados. A diferencia de los perros, cuyos afectos resultan atosigantes para algunas personas, los gatos garantizan un desapego que raya en el desprecio. Con los perros hay una especie de intercambio tácito de favores. Yo te alimento, tu mueves la cola y me acompañas. Los gatos, por el contrario, simplemente esperan ser servidos sin dar mayor retribución que dejarse acariciar cuando les viene en gana.
En ese tenor, los políticos son como nuestros perros, con perdón de Luna y Kali: los votantes creemos que llevamos la correa y que somos sus amos, cuando en realidad les damos de comer y vamos detrás de ellos recogiendo sus deshechos.
www.jorgezepeda.net
Twitter: @jorgezepedap

jueves, 4 de agosto de 2011


SEGUNDO ANIVERSARIO.

   En agosto del 2009 iniciamos la creación de este sitio en el que hemos podido plasmar algunos de nuestros pensamientos y reflexiones, además  de echar a volar la imaginación y escribir algunas novelitas basadas en hechos reales.
   Debo confesar que me siento muy satisfecha porque en este espacio  he encontrado el lugar perfecto para  denunciar y reconocer, para dolerme y  alegrarme, para enfurecerme y sonreír.
     Me siento orgullosa de lo que he aprendido a partir de la conformación del blog: razonar y crear.
   Yo, como mujer discapacitada y por lo demás, más normal que muchas otras,  debo confesar que me siento orgullosa de este blog.