miércoles, 30 de noviembre de 2011

CREATIVIDAD


         La necesidad que experimenta el hombre de adaptarse al medio ambiente
         que le rodea.

         - Si la vida que lo rodea no le plantea tareas,

         - si  sus  reacciones naturales y heredadas le equilibran plenamente
         con el mundo en que vive,

         - entonces  no  habría  base alguna para el surgimiento de la
         acción creadora.

         --- INADAPTACIÓN--

Cuando la conducta del hombre tiende a lo habitual, a lo inevitable, no suele advertirse en esa conducta nada notable ni sentimientos revelantes. Por lo general permanecemos tranquilos e indiferentes cuando realizamos cosas corrientes en una situación  habitual, pero en cuanto se rompe el equilibrio en la conducta, surge de inmediato, muy viva y vigorosa, la reacción de sentir.
La emoción, la inquietud aparecen en nosotros cada vez que se rompe el equilibrio entre nosotros y el medio ambiente.

Se comprende perfectamente así que los períodos críticos en la vida humana, períodos de transición y reconstrucción interna de la personalidad, suelen ser ricos en sentimientos vitales o reacciones emocionales.

 Por eso en la base de  toda  acción  creadora  reside  siempre  la inadaptación, fuente de necesidades, anhelos y deseos

El déficit en los límites


El déficit en los límites

a) la tendencia a hacer responsables a los
niños de su propia educación.

Y esto es lo que hacemos cuando intentamos:

- que todo lo haga comprendiendo racionalmente el por
qué.

- que acepte gustoso cualquier límites.

- que sepa certeramente todo lo que le viene bien y lo que le perjudica.

- que sepa decidir por
mismo.

- que sepa cuando abrir las puertas para
ir a jugar.

En la evolución social venimos de reglas educativas en las que los chicos vivían
sometidos al arbitrio incontrolado de sus padres, para luego extenderse a los de cualquier mayor. Bases sociales en que la "autoridad" es omnipotente y no se puede eludir de ninguna forma.

Al pasar a una educación que contempla al niño como persona individual, con necesidades y decisiones propias, con derecho a la explicación y comprensión etc., se diluye la autoridad. Y es que, como etapa nueva, caemos en el polo
contrapuesto de la anterior.

Si bien este es el costo necesario en todo proceso de cambio de situaciones polares ya podemos ir pensando en poner estas cosas en términos
más adecuados para la educación de nuestro hijos.

Los intentos antes mencionados son inútiles ya que por propia maduración evolutiva los chicos no tienen tales capacidades. Hasta pasada la adolescencia carecen del desarrollo intelectual abstracto, del afectivo de autonomía, del social de pertenencia - independencia como para hacer los discernimie
ntos que intentamos que haga.

Y los costos de esta utopía pueden ser por lo menos.



- La falta de soporte como para asegurarse de la protección y guía que necesitan, por lo tanto inseguridades y temores serían aquí las consecuencias
más leves.

-
La vía libre para la ley infantil del menor esfuerzo posible: formación en la vagancia, falta de voluntad, desánimo ante los inevitables fracasos.

- Afianzarles las fantasías de omnipotencia, en las que entonces seguirá siempre con el consecuente polo contrapuesto de impotencia.

- Darle posibilidad de manejo desmedido del otro, y que chico no aprovecha esto?, con lo cual la inadapt
ación social es inevitable.

Teniendo en cuenta:

1- ni
más ni menos que el niño es niño.2- que por ser, nosotros, los padres, responsables de su salud física, mental y social debemos hacernos cargo de ejercer una dirección programada, racional, cuidadosa y hábil.

Y solo, con solo esto, tenemos la obligación de ejercer la responsabilidad de la autoridad; para lo cual no se necesita ni mas explicación, ni demostración, ni justificación. Simplemente ejercerla como responsabilidad, ya que de ellos somos los padres, po
r exclusiva decisión nuestra.

En esto hay que tener muy en cuenta de no caer en un tipo de autoridad sobre bases falsas, (hay distintos tipos de autoridades sobre bases falsas, es un tema de otro capítulo).
La autoridad y la obediencia erigidas como fines en sí mismas es una de ellas. Y hay que tener muy en claro que la educación con la finalidad de hacer hombres obedientes forma a débiles.

La finalidad de la autoridad parental es una educación correcta, y esta se da respetando la libertad, autonomía, autoabastecimiento, autocui
dado, relacionamiento social.

Si bien el conjugar todo esto parece tarea difícil no lo es tanto si simplificamos con toda nuestra capacidad adulta las cosas. Una buena ayuda es tener presente siempre esta trilogía parental necesari
a para la educación infantil.

.
IDEAS CLARAS
. LIMITES PRECISOS
. ACUERDOS MUTUOS

jueves, 24 de noviembre de 2011

MARCO PARA LA CONVIVENCIA ARMÓNICA EN LAS ESCUELAS DEL D.F.


   A principio del ciclo escolar 2011-12, se nos proporcionó el documento que estaba en fase de revisión por parte de la Comisión de Derechos Humanos.  Desde hace algunas semanas, nos fue enviado el documento final, aprobado y reformado.  Comparto con ustedes el contenido.  en el blog "Documentos para descargar"


sábado, 12 de noviembre de 2011

TABAQUISMO

“Fumar es un placer genial, sensual…”  En verdad, creo que fumar es un hábito que nos deleita enormemente.   Cuando adolescente, cuando estudiaba en el bachillerato, iniciamos la aventura de fumar, era como si con sorber el humo se adquiriese experiencia y madurez…  Yo me sentía grande.
   De ese tiempo han pasado ya treinta años, la madurez y experiencia que deseaba adquirir ya está en cada una de es células, estoy segura que he conseguido construirme como una mujer independiente y crítica.  Sin embargo, no he dejado aún de fumar.

    
Cada año, es uno de los tantos propósitos que no se cumplen, siempre se pospone para el siguiente.   Pero ocurrió algo que considero positivo;  fotos espantosas en las cajetillas de cigarros.
   Debo aclarar que no alcanzo a distinguirlas, pero mi hijo me las ha descrito y pienso: “Sería muy penoso que me pasara algo así, no poder comer, cerrar la boca, estar imposibilitada para hablar”. 

    A mi mente llega aquél hermoso tango y siento una tristeza infinita.  No debemos fumar si no queremos tener alguna enfermedad horrible. 

viernes, 11 de noviembre de 2011

RITA



   Desde hace algún tiempo había sentido la necesidad de explicarse lo que vivía, pero no se había dado el tiempo para hacerlo, tal vez por temor o  por rechazo.  Se rehusaba a ver hacia dentro de sí, de reconocerse a sí misma como persona carente de un sentido y eso que llevaba más de la mitad de su vida en esa condición.
   En su interior, ella sabía que no lo había aceptado aún y, suponía con dolor, que nunca llegaría el momento de asumirse serena y conforme.
   Cuando dejó de percibir formas y colores, cuando se obligó a utilizar el olfato y el tacto para reconocer objetos, cuando aprendió a escuchar con atención para llevar a su memoria las impresiones auditivas guardadas.   Sabía que no tenía derecho de preocupar a los suyos con su pesar que, a final de cuentas, no es tanto.  Sin embargo, le parecía que la vida que vive no es la de ella, que no le corresponde estar así, “tal vez he estado soñando largo tiempo, no creo que esta sea mi realidad”, “tal vez sea como me platicó mi hijo hace años, que quizá seamos un sueño de Dios”…
    Ese era el pensamiento casi obsesivo de Rita.  

martes, 8 de noviembre de 2011

UNA NIÑA SIN DISCAPACIDAD EN UNA EDUCACIÓN PARA DISCAPACITADOS… ¡COMO PELÍCULA DE TERROR!




    Nació en un hospital pequeño de un municipio del Estado de México, es la menor de tres hijas y, por tanto, la consentida.   Su hermana mayor, Vanessa, tiene ya la mayoría de edad y un pequeño vástago, a quien llamó Eliot; su otra hermana, la de en medio, se llama Sharon,  es una adolescente  alegre y perseverante, sus problemas psicomotores se han ido superando poco a poco, pero sus habilidades cognitivas son más perezosas.   Cuando gracias a la intervención de las profesoras de aquella escuela.  Isabel se sentía satisfecha, había conseguido que su hija aprendiera a comer sola, a vestirse, a apoyar en las labores domésticas, a hablar y expresar sus deseos con  cierta claridad y, como retribución, llevaba a cabo tareas que a pocos padres o madres de familia les agradan: formaba parte de la asociación de padres de la escuela.
   Cuando Karen nació, su madre la esperaba con angustia, temía que las características de Sharon  se hicieran también presentes en Karen.  Además, le preocupó el futuro de Sharon y el de ella misma, del rol que cumplía como miembro de la agrupación escolar.    Su angustia se disipó cuando el médico dijo: “Felicidades, señora, su hija está en perfectas condiciones”, y la de la ocupación, también se desvaneció cuando la directora de la escuela le propuso que inscribiera a su nenita en el Plantel.
   Isabel, feliz, salía por las mañanas con sus dos hijas rumbo a la escuela; Sharon caminaba con dificultad,  lograba dar pasos cortos y titubeantes para introducirse en su salón y Karen era llevada con  la maestra que la esperaba para atenderla junto a los más pequeños de aquel centro educativo.  Mientras sus hijas recibían los apoyos, Isabel  iba ascendiendo en la escala de la asociación, le fascinaba reconocerse a sí misma como persona imprescindible, importante, emprendedora.
    Karen, que tiene un comportamiento similar al de una niña de dos años, llegará al 2012 con  6 años recién cumplidos y con un certificado de preescolar emitido en julio de 2011.  
   Karen ingresó a una primaria  del D.F., fue “integrada” por un centro que atiende a niños con discapacidad y, al parecer, crea discapacidad, pues presenta dificultades para comunicarse con los demás, no sabe dibujar, ni sigue instrucciones. 
   La maestra especialista que atenderá a la niña, en una entrevista con Isabel, preguntó:
--Señora, ¿Por qué Karen no fue a una escuela regular cuando tuvo edad de ingresar a preescolar?
--Porque esperaba que la integraran.
--Solamente se integra a los niños que tienen una discapacidad y ¿qué documentos médicos existen para decir que la niña presenta o no una discapacidad?
--Solamente nos piden un examen médico.
--Señora, ¿ustedes  permiten que la niña se exprese con palabras aisladas siendo que ya tiene edad para expresar ideas completas?
--Es que es muy tierna.  Nos hace gracia.
--¿Qué es lo que espera de Karen?
--Que logre hacer cosas por sí sola.
--¿Cómo le apoya para que lo consiga?
--No le pido que haga nada.
  
    La maestra se sintió abrumada, que la indignación y la vergüenza la inundaban.  La escuela y los padres de Karen se habían confabulado en contra del desarrollo de la niña.

sábado, 5 de noviembre de 2011

UN BUEN MOMENTO PARA MORIR




   “Es el penúltimo mes del año, comienza a arreciar el frío y un año más está próximo a terminar.  Noviembre es un mes que, a decir verdad, no es de mi gusto”, pensaba año con año la anciana.  “Comienzan mis dolores, o mejor dicho, regresan para recordarme el paso del tiempo”.
   Con varios suéteres luidos, uno sobre otro,  Josefina cargaba a cuestas muchos, muchísimos años de vida y su única preocupación era la muerte.
    “Ojalá que un día ya no despierte, creo que esa es la mejor forma de morir”, solía comentar a sus hijos y nietos que al  escucharla, asentían con fastidio a su cantaleta.
   El día 2 de noviembre, Día de Muertos,  Josefina se esmeró por dejar los alimentos preparados y esperó la visita anhelada: la de Roberto, el amor de su vida que había abandonado el mundo hacía más de diez años.  
   Sobre la mesa estaba, al centro, la fotografía de un hombre de gesto amable, al frente una veladora y alrededor, varios platillos: había un par de tamales, un plato de mole,  frijoles,  cecina enchilada y  un molcajete con salsa de chile de árbol;  también había, de postre, un pedazo de flan, gelatina, chongos zamoranos y un buen jarro lleno de café.
   Con el rosario entre sus manos, fue rezando con gran fervor frente a la ofrenda, esperaba el momento en que Roberto apareciera para degustar los alimentos o, mejor aún, para que la llevara  junto a él. 
   Rezó mucho,  durante horas estuvo frente a la ofrenda, hasta que quedó dormida.   Entonces, en el sueño, apareció Roberto y ella experimentó una emoción infinita; su corazón, que latía con menos fuerza debido al  estado onírico, se aceleró, la sangre se deslizó con  mayor ímpetu en sus venas,  todo su  cuerpo se agitó y exhaló por última vez.